El detective Misha

Novelas de detectives para niños de Elena Artamonova. Comentarios sobre los libros "Un payaso para una princesa negra", "La colección del polvoriento desván", y "Broma en la Edad de Piedra".

En las afueras de una gran ciudad, en una región con el pintoresco nombre de Birch Grove, vive el muchacho Misha Zhiganov, a quien los amigos llaman Sherlock Holmes.

Los chicos en cualquier jardín de infancia han leído a este detective, (he de hacer alusión a que hablo de centros rusos, en España estarían en la E.S.O.), este muchacho siempre trataba de imitar al detective de Baker Street, e iba con una lupa en el bolsillo, e incluso aprendió a tocar la armónica (en lugar del violín). En verdad, Misha era un chico un poco raro, y encima a menudo se encontraba en las situaciones más absurdas y cómicas. A Misha le venían a su cabeza de vez en cuando algunas ideas extrañas pero en los momentos difíciles, este niño de gafas, actuaba como los hombres de verdad y no les creaba a sus amigos problemas.

Hablando de sus amigos ¿Cómo es posible librarse de los problemas o investigar crímenes sin violencia? Por supuesto que no es posible pero Misha Sherlock Holmes tenía mucha suerte porque tenía una buena compañía.

Estos eran su hermana menor Eugenia y el vecino Kostya que no solo ayudaban al detective en las investigaciones. Los chicos lograron capturar a algunos delincuentes muy peligrosos, y esto es lo que se cuenta en tres de los libros acerca del detective Misha y sus amigos.

Un payaso para una princesa negra

(Un Ogro para la princesa)

Con mente inquisitiva Misha Sherlock Holmes siempre había encontrado alguna aventura para contar, y esta vez el niño se había interesado en las plantas carnívoras. Todo el mundo sabe que cualquier drosera depredadora pueden comer con facilidad pequeños insectos, pero solo en una pesadilla pueden ser vistas como unas comedoras y gigantes plantas carnívoras. Como un ardiente admirador de la fantasía, Sherlock Holmes tomaba como referencia todo tipo de películas de terror, pero Misha no podía suponer que el resultado de los comentarios puramente teórico se convertirían en una verdadera pesadilla.

Todo comenzó cuando su padre, un biólogo de profesión, vio crecer en su jardín una parra depredadora de Nepenthes gigante, con una trampa que al alzarse fácilmente podría caber un pequeño infante. Y entonces empezaron una serie de eventos, como en un caleidoscopio: en primer lugar, se desvaneció sin dejar rastro el gato de un vecino, a continuación vino él bebe de Elizabeth, y en medio de todos los problemas la vid voraz comenzó a tener una voz de hombre, ronca...

Tal vez, en una situación así, el verdadero Sherlock Holmes se habría retirado, sin saber qué hacer, imagina lo que tenía que ser para un chico normal. ¿Acabaría con todos estos monstruosos rompecabezas?

En primer lugar, Mike, como todo el mundo en la zona, sospechaba de Nepenthes la depredadora, pero el detective comenzó a pensar en otras alternativas de aquel extraño caso. La princesa Elizabeth, la chica de color que en su país perteneció a la realeza de verdad, sería para unos ladrones una gran inversión, podrían obtener un cuantioso rescate. Ahí podía haber un móvil para el crimen... ¿Y qué pasaba con la Nepenthes que hablaba? ¿Realmente era una estúpida broma de alguien? Preguntas, preguntas... Misha presintió que todos los eventos estaban vinculados, pero no podía entender la relación. El tiempo avanzaba inexorablemente y la amenaza para la vida de una niña era cada vez más fuerte...

La colección del polvoriento desván

(El oscuro camino del bosque)

"¡No, esta vez Misha sherlock Holmes descansará!" En voz baja se decía para relajarse en las vacaciones de verano, y su esperanza desapareció por completo al encontrarse con un caso que ocurrió durante la Guerra Civil Rusa. ¡Una colección de pinturas de famosos artistas rusos había desaparecido!

Y todo eso por culpa de Eugenia, su hermana menor; Misha encontró en los cuadernos de su bisabuela cosas muy interesantes, misteriosas y trágicas. Aquella niña, por supuesto, solo estaba interesada en sus amores, los corazones rotos y otras tonterías románticas, pero el sagaz detective se dio cuenta de que lo más importante era un diario acerca de unas importantes obras culturales, y el brutal asesinato de los propietarios de la colección.

En la antigua agenda se encontraban pistas que permitan aclarar muchos de los sucesos que habían ocurrido, aunque ya el delito había caducado casi un siglo después y anulaba toda esperanza de éxito. ¡Sin embargo, no para el detective Misha! Junto con Eugene sé fue en busca de su resolución sin saber que detrás de ellos, por el camino, encontrarían criminales codiciosos que querían perseguirles y quedarse la importante colección.

La broma de la Edad de Piedra

Eugenia Zhiganova creía que su hermano era un excéntrico, pero nunca lo ponía en tela de juicio y creía en el cómo en ella misma. Pero de repente todo cambio... Misha el estudioso, un talento en todos los sentidos, paso de una carrera de detective brillante a de repente comportarse como un loco de remate, parecía algo grave. Después de hacer unas pequeñas investigaciones, descubrían a una chica aterrada, ¡todas las pruebas indicaban que su hermano la había atacado y casi asesinado, a la niña, en el cinturón de los bosques! ¿Cómo podía ser?, era imposible de creer, pero todas las evidencias estaban en contra de Misha. Por ejemplo, Eugene se encontraba en la habitación de su hermano unas sandalias de la chica, sin duda pertenecía a una de sus víctimas.

¿Han sido todos los amores no correspondidos la causa? ¿Una chica de la que se enamoró Misha y ella no le correspondió, no le prestaron atención, y si ahora eso podría haber afectado seriamente su psiquis?

Pero había que investigar de todos modos pensó Jack, trataba de entender las causas de lo que estaba sucediendo. Repentinamente, Misha dejo de tener la culpa y todo aquello ¿fue una provocación inventada por alguien?

¡En ese caso, el loco provenía de algún lugar cercano, elegiría una nueva víctima, y esa podría ser cualquier persona incluida ella misma, Eugene! El miedo era cada vez más asfixiante en la niña, pero tercamente siguió investigando después de haber decidido, por todos los medios, encontrar la verdad, no importaba lo monstruosa que fuera.