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 VAMPIROS ¿REALIDAD?

 
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Diferentes definiciones

Un vampiro es, según la coincidencia en su definición de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital, normalmente absorbida de la sangre, de otros seres vivos para mantenerse activo. En algunas culturas orientales y aborígenes americanas el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte de historia siniestra de sus mitologías.

En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global de nuestro tiempo, el vampiro preferido y más popular es el que procede de la cultura eslava, el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador.

El mito del vampiro está presente en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, quizás provenga inicialmente de la necesidad de querer personificar uno de los primitivos arquetipos en el inconsciente colectivo, así saliendo a la luz de nuestro pensamiento. Según los conceptos de Jung, es la denominada "sombra", la cual representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más primitivos y sería la encarnación del mal como entidad, y una representación del lado salvaje del hombre o su atavismo bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.


Murcielago Hematofago
 
Vampiro de pelicula

Vampiro Real
        

Pero el mito, como lo conocemos en la actualidad, es realmente una combinación de temores y creencias humanas, que además del citado temor a los instintos originarios, se da la atribución a la sangre de ser, una fuente de poderío o un vínculo con el alma, relacionándolo con la enfermedad o la muerte, y por ultimo con la fascinación por la inmortalidad para ahuyentar a el mencionado deceso y el instinto de supervivencia.

Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en gran modo a la necesidad de explicar, en medio de un pánico general de la gente, las epidemias que arrasaron Europa, antes de que la ciencia lograra darles una explicación científica.

La ciencia llama "vampiro", nombre que le dio el naturalista Conde de Buffon en 1761, al murciélago hematófago conocido como Desmodus rotundus que habita en una amplia región de América, de hábitos nocturnos y que se alimenta de sangre de sus víctimas, habitualmente ganado, al cual ataca mientras duerme, gracias a sus agudizados sentidos para localizarlo, acercándose a este volando, arrastrándose por el suelo, o saltando para morderles en los hombros, espalda, región perianal, en las patas, pezuñas, así como en la base de los cuernos o en las orejas.


El vampiro de Düsseldorf

Son animales de pequeño tamaño, entre los 6 y los 9 centímetros y un peso de 25-40 gramos, pelaje denso color café grisáceo, cara aplanada, orejas pequeñas y puntiagudas, hocico corto y labio inferior en forma de V, con incisivos superiores anchos y filosos e inferiores pequeños, siendo los caninos largos, de punta aguda y borde posterior afilado. Este aspecto inspira a los maquilladores y encargados de los efectos especiales en las películas, las imágenes más aterradoras para presentar en aspecto más bestial a un personaje vampiro.

Introduzco en esta sección y definición de vampirismo, porque considero que de esta manera está describiendo una enfermedad, pero a la vez indicando lo que para la medicina significa un vampiro.

La atracción patológica por beber sangre ha sido la causa de que en las historia se registren muchos casos de personajes reales con conducta vampírica, cuya compulsión solo ha podido ser explicada psiquiátricamente al no encontrarse un sustrato infeccioso o somático como en las enfermedades antes descritas.

Psicosis y esquizofrenia son los diagnósticos más frecuentes de los psiquiatras forenses y expertos en criminalística para explicar la conducta vampírica de personajes reales, en su mayoría asesinos seriales, como el caballero Gilles de Rais o la condesa Erzsébet Báthory, y criminales contemporáneos mencionados por las noticias en nuestros días.

Recientemente nuevas propuestas de clasificación de los trastornos mentales relacionados con la sexualidad o las parafilias, dan al vampirismo una categoría particular, desmembrando y diferenciando este trastorno de otras filias como la necrofilia o el sadismo, para explicar y describir mejor la conducta criminal motivada por el placer libidinoso derivado de la vista, contacto o bebida de sangre de sus víctimas.

La palabra "vampiro", que comenzó a ser usada en Europa en el siglo XVIII, el término "vampire" era usado en inglés y francés,despues adoptado mismo termino por la lengua espanola, proveniente a su vez del término vampir en las lenguas eslava y  alemana, que se deriva del polaco wampir y éste a su vez del eslavo arcaico oper, con raíces indoeuropeas paralelas en el turco y en el persa. Significa a la vez "ser volador", "beber o chupar" y "lobo", además de hacer referencia a cierto tipo de murciélagos hematófagos ya mencionados. Otros nombres son: brucolaco en (castellano) y en griego vrykolakas, kuei-jin o kyuuketsuki, 吸血鬼 (en japonés), nosferatu en griego nosophoro, νοσοφορος, (portador de enfermedad), strigoï o strigoiul (rumano moderno), upiór (polaco), upir (ruso antiguo), vampir (búlgaro y serbio), vampyrus (latín), vrolok (eslovaco) y vampiry o vurdalak (ruso moderno). En Grecia se les denominaba tympaniaios o vrykolakas dependiendo de su origen. Los crónistas ingleses medievales, como Walter Map y William de Nerburgh, denominan en latín al vampiro como "sanguisuga" es decir hematófago.



Como son

Ahora la definicion o caracteristicas mas populares de un vampiro vienen dadas por la literatura, el cine y demas artes de entretenimiento, que lo describen como  humanos mortales, pero que ahora están en un estado intermedio entre la vida y la muerte, de ahí que se les llame no-muertos, revinientes o redivivos.

Entre los eslavos, griegos y pueblos de Europa del este, un cadáver desenterrado era considerado vampiro si su cuerpo parecía hinchado y le salía sangre, creyendola de sus víctimas, de la boca o la nariz. También si notaban que sus uñas, pelos y dientes eran más largos que cuando había sido enterrado e incluso poseía un aspecto más saludable de lo esperado, mostrando piel sonrosada y pocos o ningún signo de descomposición, o sea siempre seria un vampiro.

En Transilvania, Rumanía, se consideraba que los vampiros eran flacos, pálidos, y poseían unas largas uñas y largos y puntiagudos colmillos.

En Bulgaria se les puede reconocer por poseer un solo agujero en la nariz.

Según algunas culturas, tienen la posibilidad de transformarse en insectos, murciélago, rata, lobo o en niebla. La forma más mencionada en la cultura popular es la del murciélago.

Se alimentan primordialmente de la sangre de sus víctimas aunque hay descripciones de que también son antropófagos y en algunas culturas se consideraba que la sangre no era la base de su sustento, sino el "fluido vital" humano, o la energía psíquica.


Ilustración de "Varney the Vampire" de 1847

No se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal vez como una manifestación de la carencia de un alma. Este atributo no es universal, pues por ejemplo el vampiro griego vrykolakas / tympanios poseía tanto sombra como reflejo, pero es muy popular esta caracteristica gracias a novelistas como Bram Stoker que lo menciona en su novela de Dracula.

No pueden soportar el ajo. En algunas tradiciones, también pueden ser alejados con rosas silvestres.

Los vampiros, por su naturaleza demoniaca, no soportan los símbolos cristianos y por ello pueden ser alejados usando una cruz cristiana o con agua bendita y no pueden cruzar por terrenos consagrados como los de una iglesia.

Los vampiros, por su naturaleza demoniaca, no soportan los símbolos cristianos y por ello pueden ser alejados usando una cruz cristiana o con agua bendita y no pueden cruzar por terrenos consagrados como los de una iglesia.

Son indestructibles por medios convencionales y son extremadamente fuertes y rápidos pero se debilitan junto a las corrientes de agua.

Aunque en general se supone los vampiros son vulnerables a la luz del sol, entre los eslavos se creía que no solo pueden resistir la luz del sol, sino que en algunos casos podían viajar a otro pueblo y llevar allí una vida normal.

Algunas tradiciones sostienen que un vampiro no puede entrar en una casa si no es invitado por el dueño; pero que una vez es invitado puede entrar y salir a placer.

En algunas zonas de Europa del este, se cree que el vampiro es un ser lujurioso que vuelve al lecho conyugal a procrear con su esposa, criaturas con características especiales (que varían en cada región).

Tienen una afinidad natural con la magia , en especial con la magia negra y concretamente la necromancia, siendo capaces de dominarla con mayor facilidad que el hechicero no vampiro más diestro.

 

Como convertirse en vampiro

Por predisposición desde el nacimiento: En Rumanía tenía más posibilidades de ser un strigoi, el séptimo o duodécimo hijo cuyos hermanos mayores eran todos del mismo sexo. O tener unas marcas de nacimiento como el hueso sacro pronunciado, abundante vello corporal y haber nacido encapuchado, es decir con la cabeza envuelta en parte de la membrana placentaria, o haber ingerido parte de la misma. Entre los eslavos también tenían mayor probabilidad de convertirse en vampiros los nacidos en Sábado Santo.

Por muerte prematura o violenta: En la antigua Grecia en donde se denominaban vrykolakas o brucolacos a los así originados, al igual que entre búlgaros y eslavos, así como en ciertas culturas africanas y en Indonesia, se creía que los niños, adolescentes y en general las personas que habían tenido una muerte prematura o en circunstancias anormales, por suicidio o violencia, podían convertirse en fantasmas vagabundos o vampiros.

Por incumplimiento de rituales funerarios y religiosos: En Bulgaria y Rumanía también se creía que alguien se puede convertir en vampiro después de su muerte si los que se deben ocupar de preparar y vigilar debidamente el cadáver no cumplen bien su tarea y no impiden que un animal, especialmente un perro o gato, e incluso una persona pasen a sobre el mismo. Esta creencia es similar a la de los hindúes que consideraban los espíritus o Pitrs que se encuentran a la espera de reencarnar pueden convertirse en vampiros si nadie les recuerda y realiza los rituales funerarios de rigor conocidos como shraadh y que son para facilitar su reencarnación.

Como maldición por acciones criminales o sacrílegas: En la antigua China también se creía que se convertían en vampiros ciertos criminales tradición similar a la existente entre los eslavos y los griegos quienes creían que los vampiros eran brujas o personas que se habían rebelado contra la Iglesia mientras estaban vivos, vendiendo su alma al diablo y que al morir sus cuerpos podían ser poseídos por demonios. A esta creencia ayudaron indudablemente los conceptos desarrollados por el cristianismo que, basados en la idea neoplatónica de la vida después de la muerte, fomentaron la idea de la corrupción del cuerpo y la supervivencia del alma hasta el día del Juicio Final, teniendo la posibilidad de acceder a este estado todos aquellos que murieran arrepentidos de sus pecados y que hubieran recibidos los últimos sacramentos.

Por las formas anteriores, en la Europa cristiana y especialmente entre los griegos y pueblos eslavos, todos aquellos que no fueran enterrados en tierra consagrada (en particular los suicidas y los excomulgados) y los que no hubieran recibido la extremaunción, tenían la mayor posibilidad de convertirse en espectros corpóreos vampiros o tympaniaios.

Por mordedura de un vampiro: Según casi todas las tradiciones, especialmente entre los eslavos , aquella persona que moría después de ser mordida por un vampiro se convertiría a su vez en uno. Los escritores ocultistas aducen que esta manera solo es posible si hay aceptación por parte de la víctima. Los autores de literatura de ficción le han dado a esta manera una connotación sexual muy intensa, muy atractiva para propósitos dramáticos.



Como identificar a un vampiro

           

Existen numerosos y variados rituales que se utilizaban para identificar a un vampiro. La comprobación mas socorrida consistía en la exhumación del cadáver sospechoso para verificar directamente si tenía las características tradicionales y, practica que llegó a ocasionar destruirlo numerosas profanaciones de tumbas.

Uno de los métodos descrito por el abate Calmet, citado por el padre Feijoo, para localizar la tumba de uno consistía en guiar a un muchacho virgen montado en un caballo también virgen a través de un cementerio; el caballo se negaría a avanzar sobre la tumba en cuestión. Generalmente se requería que el caballo fuera negro, aunque en Albania era necesario que fuera blanco. Que aparecieran agujeros en la tierra sobre la tumba era tomado como un signo de vampirismo.

Otra evidencia de la actividad de un vampiro en la localidad incluía la muerte del ganado, de familiares y conocidos. Algunos podían hacer evidente su presencia mediante pequeños actos similares a los de un poltergeist, tales como mover muebles de la casa.



Como protegerse de un vampiro

Existen muchos ritos tradicionales para evitar que un muerto se convirtiera en un vampiro. Entre los celtas el enterrar el cuerpo cabeza abajo era una de las más extendidas, como también colocar hoces o guadañas cerca de la tumba, para evitar que los demonios poseyeran el cuerpo o para apaciguar al muerto y que no se levantara de su ataúd. Con igual propósito se acostumbraba cortar los tendones de las rodillas.


El Vampiro,
litografía por R. de Moraine del siglo XIX.
     

En la Grecia moderna se pone una cruz de cera y una pieza de cerámica con la inscripción "Jesucristo conquista" sobre el pecho del cadáver para evitar que se convierta en vampiro o vrykolakas.

En la Grecia moderna se pone una cruz de cera y una pieza de cerámica con la inscripción "Jesucristo conquista" sobre el pecho del cadáver para evitar que se convierta en vampiro o vrykolakas.

En Europa Oriental, era frecuente introducir un diente de ajo en la boca, y a veces en los nueve orificios corporales, de los muertos así como atravesarles el corazón con un objeto cortopunzante, antes de inhumarlos y en las regiones sajonas de Alemania, se colocaba un limón en la boca del sospechoso de ser un vampiro. Los gitanos clavaban agujas de hierro y acero en el corazón del cadáver y colocaban pequeños fragmentos de acero dentro de la boca, sobre los ojos, en las orejas y entre los dedos durante el entierro. También introducían espino en el calcetín del muerto, o le clavaban una estaca de espino en las piernas.

Variados objetos y sustancias, que varían de región en región, son mencionados en las leyendas sobre vampiros por su efecto apotropaico, es decir por tener la propiedad de alejarlos o destruirlos. En Europa se dice que una rama de rosa silvestre o de espino pueden dañar al vampiro, así como el ajo o el azufre y objetos sagrados como un crucifijo, un rosario o el agua bendita. En algunas regiones de Sudamérica, cuando una mujer deja en la casa a su hijo dormido, pone sal y unas tijeras al lado del niño para ahuyentar a vampiros y brujas. Y en Euskal Herria se utiliza un amuleto llamado eguskilore( una planta que traducida significa la flor del sol) para auyentar a los espiritus malignos, vampiros, brujas y hechizos.

Otros métodos comunes en Europa incluían esparcir semillas de mostaza o arena sobre el tejado de la casa a proteger o en la tierra de una tumba sospechosa de contener a un vampiro para mantenerlo ocupado durante toda la noche contando los granos caídos. Historias chinas similares relatan que si un vampiro se encontraba con un saco de arroz, tendría que contar todos los granos uno a uno; es una temática que se puede encontrar en los relatos del subcontinente indio y en Sudamérica, sobre brujas y otros tipos de espíritus malignos o traviesos.

Aunque no se consideran como un objeto de protección, debido a que no se reflejan en ellos los espejos han sido utilizados para alejar a los vampiros cuando se situaban en una puerta, mirando hacia afuera.



Destruccion de un vampiro

En los Balcanes, existía el cazador de vampiros que podía ser un religioso o un dhampiro que según la tradición gitana es el hijo o descendiente de un vampiro con el poder de detectarlos, aunque fueran invisibles y destruirlos. Hasta principios del siglo XX, eran ofrecidos a los viajeros que iban a visitar Europa del este en particular, unos estuches o "kits" con las herramientas tradicionales para destruir vampiros y que ahora son propiedad de ciertos museos de curiosidades o de coleccionistas aficionados a lo esotérico, como el mostrado en esta imagen de los museos de Ripley de 1840. Los metodos eran los siguientes:

Clavar una estaca en el corazón de los cadáveres sospechosos de ser vampiros es el método más citado, particularmente en las culturas eslavas del sur. El fresno era la madera preferida en Rusia y en los estados bálticos, el espino en Serbia, y el roble en la región de Silesia. La estaca solía clavarse apuntando a la boca en Rusia y en el norte de Alemania, o al estómago en el noreste de Serbia. Atravesar la piel del pecho era una manera de "desinflar" al vampiro hinchado; es similar al acto de enterrar objetos afilados, como hoces, junto al cadáver y apuntando hacia él, de forma que penetrara en la piel si el cuerpo se hinchaba lo suficiente mientras el cuerpo se transformaba en un no-muerto.

La decapitación era el método preferido en las áreas germanas y eslavas del oeste, enterrando la cabeza junto a los pies, tras las nalgas o alejada del cuerpo. Este acto se veía como un modo de acelerar la marcha del alma, que, en algunas culturas, se creía que permanecía en el cuerpo.

La incineración completa del cadáver o del corazón y rociar agua hirviendo sobre la tumba eran medidas adicionales frecuentes. También, sobre todo en casos recalcitrantes, se desmembraba el cuerpo y se quemaban las partes, y las cenizas mezcladas con agua se suministraban a los familiares a modo de cura.

Repetir el funeral, rociando agua bendita sobre el cadáver, o con un exorcismo, era una medida frecuente en los Balcanes.

Disparar una bala a través del ataúd, y colocar un ajo en el interior de la boca, eran precauciones que se tomaban en Rumania hasta una época tan reciente como el siglo XIX.

 

Historia de los vampiros

 Antigüedad

Inicialmente la mayoría de menciones de seres con características vampíricas en la Antigüedad son parte del folclore y de los mitos en casi todas las civilizaciones, desde Egipto y Sumeria hasta las culturas indoamericanas.

En Mesopotamia se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con los Utukku, seres culpables de las enfermedades y las pestes, que pueden considerarse como antecesores de los vampiros.

En el Antiguo Egipto la diosa de la guerra Sejmet hija de Ra y llamada "la terrible", asoló la tierra para castigar a los hombres y solo pudo ser apaciguada embriagándola con un brebaje de color rojo semejante a la sangre que bebía.

En el folclore árabe y africano se menciona la existencia de unos demonios necrófagos y vampiros, que cambian de forma a su antojo, llamados guls, en árabe, "Al-ghul" (demonio, que se convertían en tales por haber tenido una muerte violenta). En uno de los relatos de Las mil y una noches llamado Honor de un Vampiro el protagonista es un Ghul.

En el judaísmo uno de sus arquetipos míticos es Lilith, la primera mujer de Adán, de quien se decía que se alimentaba de la sangre de los niños no circundados y es inspiradora de muchos personajes de vampiresas seductoras en la ficción por su acentuado carácter sexual.

En la India los vetala (demonios vampiros) ocupan un lugar importante en las narraciones y, como parte de la corte de Siva, rondan los lugares de cremación. Igualmente en las mitologías budista, hinduista y mitología jainista, un preta es un espíritu atormentado, el alma de un fallecido condenado a sufrir una eterna hambre de sustancias repugnantes o de sangre lo cual lo torna peligroso para los vivos.

En América, el pueblo amerindio Mapuche tiene entre sus creencias la existencia de un ser vampírico conocido como el Pihuychen que atacaría principalmente a animales, pero también a humanos. Igualmente creían en la existencia de una criatura vampírica acuática conocida como Trelke-wekufe (El cuero). Posteriormente ambos seres formarían también parte de la tradición chilena. Los Aztecas creían en unas diosas temibles llamadas Cihuateteo espíritus de mujeres que morían durante el parto y que provocaban pestes, atacaban a los niños y en las noches a los viajeros especialmente en los cruces de caminos. Según el Popol Vuh, los Mayas creían que el guardián de Xibalbá era un murciélago con rasgos humanos llamado Camazotz que decapitaba a los extraños. Un mito del pueblo Shuar que habita en la selva amazónica en Ecuador y Perú dice que los "Jencham", como denominan a los murciélagos hematófagos que habitan las cavernas, se originan en hombres que fueron así transformados por su gusto en derramar la sangre.

En Europa, la mitología griega, incluye la leyenda de Lamia, hija de Belo rey de Libia, quien por sostener un romance con Zeus sufrió la ira de la diosa Hera que asesinó a sus hijos y la convierte en un monstruo despiadado que mataba niños para devorarlos y alimentarse con su sangre, así como a seducir a los viajeros extraviados con igual propósito. Otro personaje mitológico griego es la Empusa, ser monstruoso con pies de bronce que podía transformarse en una bella mujer para seducir a los hombres y beber su sangre o devorarlos. En Grecia se creía también en los Vrykolakas, que atacaban a su familia después de muertos. En las leyendas rumanas se habla de los strigoi, deidades con rostro de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras estos dormían.

Los romanos tenían a los larvae, no-muertos que no habían pagado sus crímenes en vida, y se vengaban de su estado esquelético y fantasmal absorbiendo la vida de los vivos.

Entre los francos la Ley Sálica, promulgada en el siglo V, preve multas a quienes practiquen el vampirismo: "...La mujer vampiro que devore a un hombre, y asi comprobándose su culpabilidad, deberá pagar una multa de 8000 deniers, o sea , 200 sous".

En España, hacen parte del mito criaturas como las guaxas en Asturias, las guajonas en Cantabria y las meigas chuchonas en Galicia, brujas con un solo colmillo para succionar la sangre de sus víctimas, sobre todo niños.



Edad media

En la edad media los vampiros empiezan a ser parte de mitos y leyendas relacionados con personajes reales o con sucesos e identidades míticas con algún trasfondo real.

En la Saga Eyrbyggja que data del siglo XIII, sobre la colonización de Islandia, se cuenta como un jefe normando, Thorolf, regresa de su tumba para aterrorizar a la población hasta que su cadáver es incinerado.

En Rusia las creencias sobre vampiros, ligada al culto a los antepasados como parte del paganismo eslavo persistente, eran motivo de preocupación entre los evangelizadores cristianos en el siglo XI, según se desprende de los comentarios del traductor al ruso de una homilía de San Gregorio Magno.

Grabado francés para ilustrar "Histoire des vampires et des spectres malfaisans" publicado en 1820.

En Inglaterra Walter Map en su obra De Nugis Curialium (1190) y William de Newburgh en el libro 5 de su Historia rerum Anglicarum (1196), incluyen relatos tradicionales de vampiros.

En España, en la región catalana del Alto Ampurdán (Gerona), se originó en el siglo XII una leyenda un poco olvidada pero que quizá sea la más importante sobre vampiros en la península Ibérica, y es la del Conde Estruch, Estruc o Estruga, un anciano caballero feudal, defensor de la cristiandad que vivió en el Castillo de Llers, destruido durante la guerra civil española, y quien se dice que murió asesinado y, como consecuencia de una maldición por su represión de las costumbres paganas que persistían en la zona, se convirtió en vampiro, aterrorizando mucho tiempo a los habitantes de la comarca, seduciendo también a jóvenes mujeres que quedaban embarazadas para dar a luz engendros monstruosos que morían al nacer.

Igualmente en la población de Tarragona llamada Pratdip, nombre que en catalán significa “Prado del vampiro”, existe la leyenda de los “Dips”, unos perros vampíricos que asolaron la comarca y cuya figura aparece en el escudo de la población, así como en retablos de una ermita cercana dedicados a la patrona local, Santa Marina. En esa población existen también las ruinas de un castillo que la tradición oral local atribuye fue la morada de Onofre de Dip, otro señor feudal convertido en vampiro.

En Escocia existe una leyenda que se remonta al reinado de Jacobo VI de Escocia en el siglo XVI, sobre Sawney Beane quien conformó una salvaje e incestuosa familia de caníbales y vampiros que asoló la comarca de East Lothiam durante 25 años, hasta que fueron descubiertos en la cueva en que vivían y ajusticiados en Leith Walk.



Edad moderna

Desde comienzos del siglo XVIII las menciones del vampiro pasaron de las tradiciones populares a las publicaciones periodísticas y eruditas en Europa, apareciendo descripciones y análisis de casos específicos, de los cuales el más emblemático es el de un hajduk serbio llamado Arnold Paole que motivó la inquietud de las autoridades del Imperio austrohúngaro hasta el punto que comisionaron sucesivas investigaciones conducidas por médicos militares autriacos que incluyeron la exhumación y examen de los cadáveres sospechosos. El 13 de febrero (1731), el padre de uno de los investigadores , el vienés Dr. Johann Friedrich Glaser, corresponsal del diario Commercium Litterarium de Núremberg, remitió al periódico una carta describiendo el caso tal y como se lo relató su hijo mediante una misiva fechada el 18 de enero. Mas tarde el médico Johannes Flückinger, quien condujo la segunda investigación, publicó en Belgrado la obra titulada Visum et Repertum (1732). Este libro, que circuló con profusión por Europa, popularizó el vocablo latino vampirus que no se empleaba con normalidad hasta entonces y junto a la carta de Glaser fueron difundidos, citados y reproducidos en numerosos tratados  y artículos contribuyendo así a la propagación de la creencia en vampiros entre los europeos cultos. Los errores en estos informes médicos que dieron origen a la leyenda se explican hoy día por la poca comprensión que se tenía en la época sobre el proceso de descomposición de los cadáveres.

Gracias a las novedades que aportaba el llamado Siglo de las Luces, cuando se vive el triunfo de la razón y el desprestigio de las supersticiones, se trató de desvirtuar las leyendas sobre vampiros. En 1746 el monje benedictino Dom Augustin Calmet publicó su obra "Dissertations sur les apparitions des anges, des démons & des esprits et sur les revenans et vampires de Hongrie, de Boheme, de Moravie & de Silesie ..." con la intención de desacreditar el mito con argumentos cristianos; pero ésta con otras obras que nacieron a la sombra de la Ilustración en contra del mito de los vampiros, como la Dissertatione sopra i vampiri (1774) del arzobispo de Florencia Guiseppe Davanzati, sólo consiguieron incrementar aún más la creencia en ellos.



Edad contemporánea

El vampiro, que ya desde el siglo XIX es un icono universal en la literatura de ficción, sigue presente en crónicas periodísticas y en leyendas urbanas actuales. El caso más famoso en EUA en tiempos recientes y clásico en el folclore de Nueva Inglaterra, ajustado a los cánones del mito, es el incidente sucedido con Mercy Brown fallecida a los 19 años a causa de tuberculosis en Exeter, Rhode Island, y cuya exhumación en 1892 fue realizada ante el temor de que se había convertido en vampiro.

Igualmente es notable, ya en la Inglaterra del siglo XX, el caso del vampiro del cementerio de Highgate, en el suburbio londinense, que a finales de la década de los 60s fue el escenario de una leyenda urbana según la cual era rondado por un vampiro con características fantasmagóricas que cobró algunas víctimas antes de ser destruido con intervención de autodenominados cazadores de vampiros, que incluso llegaron a organizar una cacería la noche del 13 de marzo de 1970, cuando decenas de curiosos y ocultistas invadieron el cementerio en busca del supuesto vampiro.

En regiones de África postcolonial y en pleno siglo XXI, se siguen produciendo rumores sobre vampiros asociados a los colonos, misioneros o representantes de organismos europeos y adaptados a la modernidad, pues se mencionan vehículos automotores, sobre todo de los pintados de color rojo, usados para raptar a las víctimas y uso jeringas para extraerles la sangre.



Personas famosas a causa del vampirismo

Vlad Dracula  

Vlad Draculea

Este personaje histórico, que con mucha intencion declararon extremadamente cruel y violento, apodado "Tepes" por un método de tortura que fue utilizado por muchos, el empalamiento, pero asociado con el, fue un voivoda o príncipe de Valaquia (hoy parte de Rumania), declarado héroe rumano por librar a la región y a Europa de los Otomanos. Vlad Tepes inspiró el personaje protagonista de Dracula, me gustaria saber por que, en la novela de Bram Stoker; pero no existen registros o documentos históricos que lo acusen de beber sangre humana aunque sea una referencia obligada al tratar el tema del vampirismo y su vida está entretejida con el mito del vampiro. Sus crímenes y excesos, minimos comparados con otros de su epoca, sugieren que podría haber padecido algún otro tipo de trastorno psiquiátricos aunque hay quienes lo niegan, y afirman que solo fue un hombre de su tiempo donde le tocó enfrentarse desde niño con unos problemas para los cuales era común en esa convulsa época aplicar castigos y medidas extremas escarmentadoras por todos los regentes.

Condesa Elizabeth Bathory

Llamada "La Condesa Sangrienta", perteneció a la alta aristocracia húngara y vivió entre los siglos XV y XVI, famosa en Europa por su belleza. Después de quedar viuda en 1604, para no perder su juventud y hermosura, practicó la magia negra y considerando que la sangre de doncellas vírgenes la conservarían bella y lozana, asesinó a 650 jóvenes campesinas a quienes torturaba y desangraba para obtener sangre para sus baños o para beberla, hasta que el emperador Matias II y el palatinado la detuvieron y la juzgaron, siendo condenada en 1611 a cumplir cadena perpetua emparedada en sus aposentos en donde murió en 1614.

 Gilles de Rais

Este aristócrata francés del siglo XV, que luchó en los años finales de la Guerra de los Cien Años junto a Juana de Arco, buscando en la sangre el secreto de la piedra filosofal torturó y dio muerte a unos 300 niños, durante 8 años, hasta que en el año 1440 fue capturado, procesado y ejecutado.

Peter Kürten

Este alemán, más conocido como "El Vampiro de Duselldorf", inició sus actividades muy joven, torturando y matando a animales. A los cinco años intentó ahogar a un compañero mientras jugaban en una embarcación y a los nueve años preparó un accidente en el que murieron dos muchachos. Pese a sus maneras apacibles y su aspecto imperturbable y pese a ser considerado por sus vecinos como una persona seria, honesta y amable, fue condenado por diversos delitos como robo, asalto o deserción de sus obligaciones militares. Su primer homicidio, una niña de ocho años, tuvo lugar en 1913, y al final de su vida fue acusado de nueve asesinatos y siete intentos de asesinato. Murió sin arrepentirse de sus actos y sin sufrir remordimientos por ellos. Su pasión por la sangre le hizo decir antes de ser guillotinado: "Después de que me decapiten, podré oír por un momento el sonido de mi propia sangre al correr por mi cuello. Ese será el placer para terminar con todos los placeres".

Fritz Haarmann

Apodado el "El Vampiro de Hannover" este alemán asesinó a principios del siglo XX a por lo menos 27 varones adolescentes, a los cuales confesó luego haber seccionado la carótida con un mordisco, antes de ser descubierto en 1925 cuando fue juzgado y ejecutado mediante decapitación.

Bela Kisz

Este húngaro fue descubierto cuando se fue a la guerra y dos años después, en 1916, no volvió. Al entrar las autoridades en sus propiedades descubrieron dos barriles metálicos con los cuerpos de su mujer y su vecina. Posteriormente, encontraron otros diecisiete barriles más con otras tantas mujeres en su interior que habían sido estranguladas; además, presentaban unas heridas en el cuello y no se halló ni una gota de sangre en sus cuerpos. Bela Kisz nunca fue encontrado, y se le consideró un desaparecido de la guerra aunque existe la sospecha que desertó de las filas y luego se alistó en la Legion Extranjera o emigró a América.

Allan Menzies

Es un "vampiro" que surgió recientemente influenciado de forma directa por el cine. Se trata de un joven escocés de 22 años adicto al cine que se obsesionó con la película "Queen of the Damned"  de Michael Rimer (2002)basada en la novela homónima de Anne Rice, según declaró posteriormente a su detención tras matar a Thomas McKendrick (un amigo de 21 años que le facilitó la película por primera vez), vio la película más de cien veces durante ese mes y al final hizo un pacto con Akasha, la vampiresa interpretada por la fallecida cantante estadounidense Aaliyah, para que le convirtiera en inmortal si mataba a alguien. Cuando un día su amigo se burló e hizo comentarios sexuales sobre la actriz, Allan se abalanzó sobre él, le asestó 42 puñaladas y le destrozó la cabeza con más de 10 martillazos; finalmente se bebió su sangre y comió parte de su cerebro. Durante el juicio no se mostró arrepentido en ningún momento e insistía en haberse convertido en un vampiro; el juez dictó la sentencia en 2003 condenándolo a cumplir al menos 18 años en prisión sin posibilidad de salir en libertad condicional, opinando que era "un demonio, violento y altamente peligroso, no apto para estar en libertad". Este individuo apareció muerto en su celda dándose la noticia el 15 de noviembre de 2004. Se cree que se quitó la vida.;

Otros

Diversos asesinos, particularmente los asesinos en serie, han sido descritos como vampiros por sus acciones criminales explicadas así partir de una atracción por la sangre, aunque en el caso de algunos de ellos es difícil clasificarlos dada la diversidad de sus acciones perversas y posiblemente los móviles o causas fueron primordialmente otro tipo de trastornos mentales y la codicia.

Se puede citar a Enriqueta Martí, proxeneta de pedófilos y bruja, que en la Barcelona de principios del siglo XX fue procesada por secuestró y asesinato de niños para extraerles la grasa y la sangre, con el fin de elaborar menjurjes que vendía con éxito, supuestamente para curar la tuberculosis. También se debe mencionar a Martin Dumollard, quien mató a varias mujeres en Francia en 1861 para robar sus pertenencias; posiblemente las violó pero en el proceso no hubo mención ni suposición de que bebiera su sangre. En Francia en 1878 Joseph Vacher mató a varias personas a lo largo del país, cometiendo actos de canibalismo y necrofilia pero no hay certeza de que practicara específicamente el vampirismo.

En Francia en 1871 la policía capturó al empleado de una carnicería llamado Eusebius Pieygdagnelle quien confesó el asesinato de siete personas impulsado por su obsesión por la sangre.

En Polonia Juan Koltrun, llamado el "Vampiro de Podlaski", en 1982 bebió la sangre de dos de sus siete víctimas.

La Californiana Deborah Jean Finch en 1992 confesó haber ingerido la sangre de su víctima al cual apuñalo en el cuello tras un supuesto pacto suicida.

John Brennan Crutchley ingeniero informático de 39 años, sospechoso de ser autor de varios asesinatos sangrientos sin resolver, fue atrapado en 1985 cuando su última víctima logró escapar después de ser torturada y desangrada.

En Brasil Marcello Acosta de Andrade mató en 1991 a 14 jóvenes en Río de Janeiro para rejuvenecerse con su sangre.

James Riva, quien purga cadena perpetua en Massachusetts y alega sufrir una enfermedad mental, en 1981 mató a su abuela bajo la convicción de ser un vampiro de 700 años, para beber su sangre como método defensivo, pues creía que era una vampira que se alimentaba de él mientras dormía.

En Alemania Manuela Ruda, joven de 23 años y su marido Daniel de 26, fueron juzgados y condenados en el 2002 por el asesinato en julio de 2001 de su amigo Frank Hackert, acción con visos rituales que incluyó beber la sangre de la victima y de la cual ellos se declararon no responsables alegando haber seguido órdenes de Satanás de quien eran sus seguidores.

La lista es larga, quizás interminable, y continua con Wayne Boden "El Vampiro Violador", Nicolas Claux "El Vampiro de Paris", etc. Así como otros que han sido apodados vulgarmente por la gente o mayormente por los medios de comunicación como "vampiros" o "dráculas".

Para finalizar, si has conseguido llegar hasta el final, he dejar constancia que en una epoca yo creia que los vampiros no existian, hasta que en un viaje de fin de curso, en Florencia, fotografie a una persona que en su boca solo tenia dos colmillos redondos y afilados, cual fue mi sorpresa que al revelar las fotos de todos los carretes, la unica foto que salio velada fue la de este hombre. Por aquella epoca se habia corrido la historia de que habia un asesino que era llamado el destripador de Florencia, que  acababa con la vida de jovenes estudiantes. Vampiros ¿ realidad?. Que tengais dulces suenos.



   
 

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